miércoles, 16 de julio de 2008

Jesús: un destructor que nos salvó.

Carla Pacheco.

El Imperio Romano fue una de las más grandes culturas que han existido “ningún poder llegó a ser tan persistente ni a ejercer una labor civilizadora tan duradera como el romano[1] aunque finalmente tuvo que dejar su gran momento de esplendor y gloria, ya que “a partir del siglo III d. de C. el Imperio entró en una crisis política, social y económica[2]
Esta crisis provocó la caída del Imperio Romano, uno de los factores destructores más influyentes en la destrucción del Imperio es el cristianismo, la fe en el y su difusión cambiaron los patrones sociales del imperio provocando un desequilibrio social.
El cristianismo no es una religión común, esta religión tiene una gran influencia en el mundo romano, ¿Por qué? Porque la figura de Jesús de Nazaret provocó un gran impacto en el pueblo, ya que el era un hombre que prot4estaba y reclamaba los derechos del pueblo, y luchaba por ellos, pero a través de la paz, Jesús predicaba el amor. “Nunca se predico doctrina mas pura y universal, nunca fue el hombre más ilustrado acerca de si mismo, nunca se descubrió mejor espíritu en sus profundidades, nunca se depositó un sentimiento tan elevado en los pechos de los hombres, que cuando Jesucristo los declaró hijos de Dios, y los invitó a entrar en el reino del Padre y llamó la caridad la suprema ley de este Reino. Lo que en adelante aparece de noble en las relaciones de unos hombres con otros, y de unos pueblos con otros pueblos, se halla expresado en sus palabras”[3]
Un solo hombre con su doctrina de amor y paz fue capaz de llegar a los corazones de un pueblo y el mundo entero ya que la religión cristiana es una de las cuatro religiones más influyentes.
La influencia de Cristo se debe sin lugar a dudas a la nobleza, sinceridad y sencillez de sus palabras, el tenia una verdad que quería defender “y sacrifica su vida por esa verdad, y a través de todos los siglos de la Iglesia, en los labios millones y millones de fieles, resuena la misma doctrina de la encarnación, de la divinidad de Cristo”[4]
Incluso si consideráramos que Jesús no fuese el hijo de Dios, no se puede considerar menor lo que hizo, ya que consiguió cautivar y convencer a millones de personas.
La grandeza de Jesús es notable, sobre todo su coraje, valentía y bondad. El sacrificio de Cristo fue por todos nosotros, para la salvación de nuestras almas, y el perdón de nuestros pecados.
Después de muerto su voz siguió resonando, a través de sus apóstoles y seguidores; principalmente a través de Pedro, el cual impulsado por los mandamientos y las enseñanzas de Jesús, después de ser capturado por los romanos dijo, tras haberle sido prohibido predicar: “juzgad vosotros mismos si es justo; delante de Dios, obedecer más a Dios o a los hombres, nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” [5]
Otro ejemplo, tal vez un poco extremo, es el caso de Pablo, ya que su conversión fue muy repentina, paso de perseguir a los cristianos, a ser uno de los más fieles de estos; esto ocurrió tras ser iluminado por la palabra de Jesús. “San Crisóstomo dice de el [...] Un hombre de semejante genio, de tal grandeza de carácter, no hubiese sacrificado toda su vida por un evangelio legendario”[6]
La influencia del cristianismo va se mucho más allá puesto que destruye los cimientos del Imperio romano, ya que al declarar que todos somos s hechos a imagen y semejanza de Dios, equipara a las mujeres, niños y hombres, e incluso a esclavos, a un rango igual, cosa que no era concebida anteriormente.
“El cristianismo hizo al sexo femenino libre, noble y feliz [...] varón y mujer son espiritualmente iguales”[7]
La inclusión de la mujer en esta religión cumplió un papel fundamental para la solidificación de la fe ya que se dice que “las mujeres salvaron la fe, y su entusiasmo, su abnegación, su actividad amorosa, han dirigido denuedo a los alto los ojos de los varones e inflamado sus corazones en deseo del bien que este mundo no puede dar”[8]. Al darle importancia a la mujer s sale completamente de los cánones del Imperio, y no para ahí, puesto que según l religión cristiana dice que los niños son más importantes, incluso que los adultos deben aprender de ellos y no ser sus “propietarios”. Jesús dice en un pasaje del nuevo testamento “Dejad que los niños vengan a mi, porque de ellos es el Reino de los cielos” [9] y aún más “el cristianismo rompió las cadenas de la esclavitud”[10]
Cristo con su gran desplante, serenidad y grandiosidad dijo que el era “el esclavo ahora liberto del Señor, y el Señor es ciervo de Cristo”[11]
Los romanos percibieron el peligro de la difusión del cristianismo, sobre todo porque esta es una religión independiente del Estado, “los mejores Emperadores fueron a veces los más terribles perseguidores de esta nueva religión”[12] ya que se visualizaba el camino por el cual estaba llevando esta religión al Imperio. Esto no se detuvo, la influencia del cristianismo fue tan inmensa que en 20 o 30 años fue difundidaza a través de gran parte del mundo, y a pesar de que esta religión atentaba en contra del paganismo de la época, poco a poco tubo que ser soportada hasta que llegó al punto en el que fue la religión oficial del Imperio, lo que lo hizo sucumbir definitivamente, al legalizarse ya no debían reprimir sus creencias, las que atentaban con las bases del imperio, y su gran organización decayó.
“Si la humanidad antes había inclinado tristemente la cabeza hacia el cielo, ahora la levanta alegremente al cielo” [13]

Jesús al margen de su divinidad, supo como llegar los ciudadanos del mundo, conquistó a los sectores más abandonados de la población, cosa que nadie antes había intentado hacer, luchó por ellos , y con eso se ganó su respeto y adoración, ya que nadie antes había sacrificando tanto por ellos, el sector olvidado del Imperio era la mayoría de la población, la minoría era la que poseía los bienes; el logró enaltecer el espíritu de las personas, y a través de su doctrina de Amor logró lo que nadie había logrado.

Jesús a través d la palabra destruyó un Imperio, pero salvó el espíritu del mundo, nos dio dignidad cada una de las personas, Jesús es nuestro salvador, fuera de si nos liberó de nuestros pecados, el liberó nuestros espíritus, ahora estamos en igualdad de condiciones, nos dio la libertad de elegir como guiar nuestras vidas y de esta manera el consiguió su objetivo
Al destruir al imperio romano no solo acabo con un Imperio si no con una etapa de la historia, nadie puede cuestionar la grandeza de Jesús, ya que fue un hombre que llegó a todo el mundo.


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[1] Codoñes, Carmen y Fernández, Carlos; Roma y su Imperio; Madrid, España; Anaya; 1991; página 4.
[2] Matte, Verónica y Musalem, Nelly; Estudio y Comprensión para la sociedad: 7º de educación básica; Santiago, Chile; Mc Graw-Hill Interamericana; 2003; página 123.
[3] Weiss, Dr. Juan Bta, Historia Universal III; Barcelona, España; Tipografía la Educación, 1927, página 747.
[4] Weiss, Dr. Juan Bta, Historia Universal III; Barcelona, España; Tipografía la Educación, 1927, página757.
[5] Weiss, Dr. Juan Bta, Historia Universal III; Barcelona, España; Tipografía la Educación, 1927, página 772.
[6] Weiss, Dr. Juan Bta, Historia Universal III; Barcelona, España; Tipografía la Educación, 1927, página 770.
[7] Weiss, Dr. Juan Bta, Historia Universal III; Barcelona, España; Tipografía la Educación, 1927, página 782.
[8] Weiss, Dr. Juan Bta, Historia Universal III; Barcelona, España; Tipografía la Educación, 1927, página 784.
[9] Mateo XVIII, 1-4
[10] Weiss, Dr. Juan Bta, Historia Universal III; Barcelona, España; Tipografía la Educación, 1927, página 786.
[11] Weiss, Dr. Juan Bta, Historia Universal III; Barcelona, España; Tipografía la Educación, 1927, página 786.
[12] Weiss, Dr. Juan Bta, Historia Universal III; Barcelona, España; Tipografía la Educación, 1927, página 779.
[13] Weiss, Dr. Juan Bta, Historia Universal III; Barcelona, España; Tipografía la Educación, 1927, página 747.

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